La erosión dental es la pérdida progresiva de esmalte dental, asociado con el contacto de este con ácidos no producido por bacterias. Aunque el proceso químico de esta afección dental es similar al de la caries, es decir, la disolución de la hidroxiapatita por los ácidos, la erosión dental no comienza como una lesión superficial del esmalte que conduce a la remineralización, como en el proceso de la caries, sino más bien como una lesión de la superficie que es susceptible al desgaste y resistente a la remineralización. A menudo está extendida y puede afectar a toda la dentición.
Se debe tener en cuenta que el origen de la erosión puede ser INTRÍNSECO, cuando el origen se debe a problemas gástricos como el reflujo o por algún trastorno alimenticio como es la bulimia, o bien de origen EXTRÍNSECO, cuando es debido a la ingesta de alimentos o bebidas muy ácidos y hay constantes cambios de pH en el medio oral.
DIAGNÓSTICO
En el diagnóstico clínico de la erosión dental se pueden llegar a diagnosticar hábitos del paciente e incluso problemas gástricos o psicológicos según la zona de la lesión:
– Lesiones localizadas en la superficie vestibular de los dientes anteriosuperiores si el origen es alimenticio.
– Desgaste en las caras oclusales de los molares inferiores si el origen es gástrico (reflujo)
– Desgaste en las caras palatinas de los dientes anteriosuperiores en pacientes bulímicos ( al vomitar, la lengua protege los dientes inferiores)
MANEJO DE LA EROSIÓN DENTAL
La clave en el manejo de la erosión dental es la PREVENCIÓN, evitando la ingesta de bebidas y comidas con alto contenido en ácidos, mediante terapias en CLÍNICA como la APLICACIÓN TÓPICA DE FLÚOR y también recomendando siempre el uso de productos específicos que tienen la capacidad de integrarse en el esmalte dental ayudando a la prevención de la erosión dental gracias a la formación de una capa protectora.
Si no se previene esta patología, puede resultar en una pérdida sustancial de esmalte y posterior exposición de la dentina subyacente, lo cual puede, a su vez, conducir a sensibilidad dental, pérdida de dimensión vertical y problemas estéticos.
En cuanto al tratamiento, si las lesiones son leves se podrán tratar con obturaciones de composite, pero si no las frenamos, en la mayoría de casos se terminará teniendo que endodonciar el diente para eliminar la sensibilidad dental y/o colocando coronas, carillas o incrustaciones para recuperar la dimensión vertical perdida.